ElReal Madridencontró la luz cuando más negro estaba el camino, cuando ya no se veía la salida a una pesadilla obrada por un equipo construido a golpe de talonario y con una pegada tremenda.DzbekoyKolarovsilenciaron en dos ocasiones el Bernabéu antes de que Ronaldo recobrara su alegría y la de todo el madridismo con un tanto que culminó una remontada épica con el tiempo cumplido.
ElSantiago Bernabéuencontró la magia en el momento justo, cuando las sombras se cernían sobre un equipo que esta vez no mereció perder. Anoche, como adelantóMourinho, sí hubo equipo, unos jugadores que nunca bajaron los brazos y que se rebelaron ante la adversidad. El Real Madrid de toda la vida.
Monólogo sin premio
Ni el mejor guionista hubiera dibujado un desenlace semejante ni un partido como el que fue. ElManchester Cityapostó por jugar a la contra, replegado sobre un inmensoHarty apoyado en la potencia deToure, la magia deSilvay la pegada deDzeko. A punto estuvo de darle resultado la apuesta aMancinipero el equipo de Mourinho no podía permitirse perder.
La primera parte fue unmonólogo blanco, un aluvión de ocasiones que el meta Hart se encargó de desmontar una por una. Primero ante Cristiano, luego anteCristiano e Higuaíny finalmente anteKhedira. El campeón inglés tardó casi cuarenta minutos en crear peligro y lo hizo a través de su mejor hombre, a excepción de su guardameta.
Toure Yayacabalgó por el Bernabéu en una exhibición de potencia y velocidad para darle el balón a Silva. El canario se la acomodó a su izquierda de seda, tiempo suficiente para queXabi Alonsollegara para despejar el disparo.
Antes del descansoHiguaín tuvo el primeroen sus botas pero no supo aprovechar uno de los numerosos pases queDi Maríaejecutó a lo largo de la noche.
Dzeko siembra las dudas
El descanso pareció sentarle mejor al Manchester City que comenzó a inquietar a Casillas, oliendo el estado de nerviosismo que comenzaba a respirarse en el Bernabéu. Mancini quitó a Silva y metió a Dzeko y no pudo salirle mejor.
Una pérdida en el centro del campo fue aprovechada por Toure, omnipresente en todo el campo, para ponerle un lazo al balón y regalar el gol al bosnio, que no perdonó en la primera ocasión ante Casillas.
Quedaban treinta minutos por delante yMourinho se fue a por todas, obligado por el resultado y la situación. EntraronBenzemayModricy se fueron Khedira e Higuaín. El Madrid toco la corneta y se lanzó sobre la meta de Hart.
Ronaldo culmina una remontada inverosímil
El panorama era perfecto para el City yToure perdonó el segundotras la enésima contra de los de Mancini. Eso fue aire para el Madrid. Marcelo, que ya lo había intentado en dos ocasiones con sendos lanzamientos con la izquierda, se acomodó un balón en la derecha y con una parábola superó a Hart.
Lo más difícil, marcar el primero, ya estaba hecho. Pero el City volvió a silenciar el Bernabéu. Una falta lejana se convirtió en un disparo teledirigido deKolarovque se coló por el segundo palo ante la impotencia de Casillas.
Quedaban cinco minutos, quedaba lo mejor. Acto seguido al gol del Serbio,Benzemarecibió en la frontal, se dio la vuelta yatornilló un disparo al palode Hart. 2-2 y el Bernabéu enloquecido. En pleno éxtasis blanco llegó eltanto de Ronaldo, casi en el minuto 90. Se internó por la izquierda, recortó y se sacó un disparo mordido. Curiosamente Hart, el mejor de su equipo, se comió el disparo. El Bernabéu se vino abajo y Mourinholo celebró a su manera. Rodillas al suelo sobre el césped.
En un minuto Cristiano y todo el madridismo recuperaron la alegría. Queda por ver si es de forma definitiva. Todo parece indicar que sí.