El cuadro de Quique Setién recuperó la senda de la victoria en liga, para ponerse a un punto de los puestos europeos y recuperar a tiempo cierta motivación de cara la Copa. La final en casa, el Benito Villamarín, sin duda está señalada en el calendario de un equipo que venía de despedirse de la Liga Europa ante el Stade Rennes.
El Betis castigó con los goles de Mandi y Joaquín, al final de cada parte, a un Valladolid que sigue descendiendo con peligro hacía la zona roja. Los béticos encontraron el gol del central, en una tijera acrobática, al borde del descanso. Después se replegó y reforzó en el centro del campo mientras el Pucela desesperaba en busca del gol que cumpliría cuatro partidos sin marcar.