En un partido con pocas ocasiones, producto de la prudencia de ambos equipos por no encajar, el conjunto navarro supo mantener su portería a cero ante un rival que lo intentó consciente de su gran necesidad pero que no supo aprovechar las pocas ocasiones que tuvo.
Osasuna, sabiendo que el empate no era un mal resultado, intentó aprovechar el posible nerviosismo del equipo oscense, pero tampoco fue capaz de llegar con solvencia a la meta altoaragonesa.