Tras ser dado de alta, Lucas regresó a Wuhan, donde se encuentra actualmente para contar la situación de la ciudad que fue la zona cero de la pandemia del coronavirus.
Lucas explica que allí ya ha terminado el confinamiento tras "dos meses de cuarentena", pero a pesar de ello, "la situación en Wuhan dista mucho de la normalidad". "En las calles no se ve un solo alma", apunta, y esto se debe en parte a la desconfianza de la población en los "datos del Gobierno chino".
El periodista cuenta que el confinamiento en Wuhan"fue total" y que a diferencia de otros países europeos, en China "no se podía salir para hacer la compra ni para sacar al perro". Tras superar lo peor, ahora lo que más preocupa "son los casos asintomáticos", ya que "son los más peligrosos porque pueden expandir el virus sin saberlo", señala, y añade que este es "el frente abierto que tienen y que les impide dar el paso definitivo para abrir la ciudad".
Lucas también destaca las diferencias culturales entre China y España, reflejadas también el comportamiento cívico de sus ciudadanos. "Allí no se quejan tanto. Cualquier atisbo de disconformidad queda de puertas para dentro".