Se cumplen 40 años desde que el Real Madrid logró un hito histórico como fue clasificarse a la final de la Copa del Rey, tras derrotar a varios equipos de Primera División como el Athletic, la Real Sociedad y Sporting de Gijón.
"Fue un partido de hijos contra padres", que Enrique Ortego cuenta que se jugó "bajo cosillas raras como que de repente los directivos les dijeron los chavales del Castilla que estuvieran tranquilos que habían cumplido... lo que provocó que el entrenador dejara de dar la charla". Además, que en el túnel de vestuarios, jugadores del primer equipo entre los que se encontraban Camacho y Del Bosque, "empezaron a intimidar a los jugadores en el vestuario, ya que ese filial llenaba los partidos del Bernabéu".
Por eso, Agustín Rodríguez recuerda aquellos días en los que "éramos conscientes de que ellos eran mejores, su concentración estaba al máximo por el orgullo y salimos a jugar con una intensidad del 10% sin hacer una entrada dura por el respeto tan grande que teníamos a los jugadores blancos".
De aquel Castilla destaca que "teníamos un fútbol de no rendirnos nunca y eso es algo que la gente valora muchísimo".