El Estadio Carlos Tartiere ha sido este sábado el escenario de un momento histórico en la historia del Real Oviedo, que tras 24 años en Segunda División ha consolidado su ascenso a la máxima categoría del fútbol español. Lo ha hecho con épica ante un Mirandés que ganó el partido de ida y que se adelantó en la vuelta, pero el Oviedo no dejó de creer y una remontada con un gol en la prórroga de Francisco Portillo, certificaba el ascenso.
El minuto 103 siempre quedará marcado en la historia carbayona y en la carrera deportiva de Portillo, que se ha pasado este domingo por los micrófonos de Radioestadio Noche: "Es tremendo, ahora mismo sigo en una nube porque al final el gol lo metí yo pero fue de todos: del público, del compañero, de toda una ciudad...".
El talismán de los ascensos a Primera, ha jugado en Segunda con el Betis, Getafe, Almería, Leganés y Oviedo y con los cinco ha conseguido subir de categoría: "Fue Santi el que contactó conmigo y no lo dudé ni un segundo. Sabía que había un buen proyecto y una buena plantilla pero era difícil conseguirlo. Lo vivido ayer se queda para mí para siempre".
En una temporada llena de ilusión con la llegada de una leyenda como Santi Cazorla, que prometió que venía para subir al equipo de su vida y eso ha conseguido a sus 40 años: "Si hay una persona por la que me alegro en especial es por Santi. Sé lo que significaba para él este ascenso y sé lo que quiere a este club".
"Me eché a llorar cuando marqué porque era consciente de que quizá habíamos hecho una cosa muy difícil y que llevaban muchos años persiguiendo aquí", explica. Este gol y este ascenso significa que el equipo celebrará su centenario en Primera División con ahora un objetivo aún mayor, permanecer en el lugar que merecen.