Este martes es día de luto en Asturias y en Castilla y León por la muerte de cinco trabajadores de la mina asturiana de Cerredo. La investigación se centra en saber si la empresa que trabajaba en el lugar cumplía con los requisitos de la licencia y la principal hipótesis es que el siniestro se produjo por una bolsa de gas grisú, presente en las minas de carbón y que puede provocar explosiones sin previo aviso al no tener olor.
Cuatro de los cinco fallecidos, Amadeo Bernabé, Rubén Souto, Jorge Carro e Ibán Radio eran del municipio leonés de Villablino. El polideportivo municipal de la localidad ha acogido esta mañana su capilla ardiente, mientras que David, el quinto de ellos, será enterrado en Torre del Bierzo, también en la provincia de León.
En Por fin hablamos con Mario Rivas, alcalde de Villablino. "Lamentablemente volvemos a ver cómo la mina nos arrebata lo poco que tenemos, que es la vida", ha señalado el alcalde en conversación con Jaime Cantizano.
Sobre los mineros fallecidos ha recordado que "quien entra a la mina lo hace buscando una vida mejor y una alternativa de futuro a sus familias". La investigación se centra en una bolsa de grisú, el motivo que parece estar detrás de la explosión, aunque el alcalde de Villablino prefiere "esperar" para que se esclarezcan las causas.
Las autoridades nos dicen que había autorización para hacer una labor de recogida de material, pero no de sondeo ni de extracción
Ante el luto y la desolación de vecinos y familiares, el alcalde de esta localidad de León ha denunciado que un accidente así en 2025 les tiene "consternados".