Hablar de Cristina Sánchez es hablar de una persona que ha roto moldes y ha hecho historia en los ruedos. Fue la primera mujer torero en abrir la Puerta Grande y la primera en confirmar la alternativa en la Plaza de Toros de Madrid. Durante 3 años cortó más de 300 orejas... Pero llegar hasta allí, no fue fácil… Ella siempre tuvo claro que quería ser torero, pero su padre ya le advirtió… que, “si era difícil para un hombre, para una mujer era casi imposible”… Ella se aferró a ese casi. Y aunque sus padres no querían que torease, en 1996 recibió la alternativa. Lo hizo en la plaza de toros de Nimes (Francia) acompañada por Curro Romero como padrino y José María Manzanares como testigo. La primera temporada toreó 60 corridas en España y 15 en América. 70 en la segunda. Estuvo en ferias de Francia, Portugal, América y España. Compartió cartel con grandes compañeros… Aunque también sufrió vetos… El 12 de octubre de 1999, después de hacer el paseíllo casi 200 tardes, Cristina Sánchez se retiró de los ruedos. Tenía 27 años. Ahora, alejada de miedos y prejuicios, cuenta el viaje de su propia vida en unas memorias que llevan por título “Mujer y torero”
