Javier Cancho nos acerca hoy en ‘Punta Norte’ al paisaje que existe en Antolia, hermosos y desconcertantes al mismo tiempo. e llama Pamukkale. Cancho nos cuenta que para llegar hasta allí hay que poner rumbo al oeste de Turquía y una vez allí, “resulta improbable no sentir algo especial. Es una sensación que podría relacionarse directamente con la emoción. Lo que allí puede contemplarse es una manifestación imponente de la madre naturaleza haciendo sus sortilegios más rocambolescos.”
Continúa diciendo que “se trata de una enorme formación de roca blanca que se eleva a sí misma sobre la llanura que la circunda. Podría parecernos, incluso, un paraje de ciencia ficción. Es una masa pétrea, cautivadora, de la que podría pensarse que no pertenece a nuestro mundo. Pero ahí está, fascinando la existencia humana desde hace miles de años. Desde que movimientos tectónicos provocaron la aparición de aguas termales procedentes del centro de la Tierra. Esas emulsiones interiores del planeta fueron moldeando el lugar con los minerales que transportaban. De esta forma, se crearon terrazas calcáreas de un blanco impoluto por donde discurre el agua que cae desde la cima de una terraza a la otra.”
Es uno de los mayores atractivos turísticos de Turquía. La montaña cae en forma de cascadas petrificadas hasta el fondo del valle, llenándolo de estalactitas y charcos brillantes de agua turquesa. Pero aun hay más, ¿quieres saber qué se esconde allí? ¡Escucha el audio completo!