Hablamos con nuestra colaboradora de retoques estéticos y situaciones incómodas. Porque sí, ambos están relacionados en el momento en el que te encuentras con alguien conocido y te das cuenta de que se ha rellenado los labios dejándose "boca de pato".
O qué decir de los atentados estilísticos que implican el vestuario. Claro ejemplo son las personas que llevan los pantalones o mallas demasiado apretados o subidos hacia arriba, esos "toreros andantes", esas "mujeres divididas en dos mitades".
O ese momento incomodísimo cuando estás junto a alguien que no se ha lavado los dientes o ha comido algo en mal estado "y tú te separas, pero esa persona se junta, y tú te vuelves a separar, pero esa persona se vuelve a juntar": "Y salvo que vomites o te den arcadas, no lo va a entender y estás perdido, así que huye".