La armonía es un concepto que suena bien y tiene ecos positivos, pero que los que lo conocen bien saben que no tiene nada de simple y es muy complicado.
Los músicos saben que es un asunto físico y matemático, pero también psicológico y biológico, lleno de luces y sombras. Por eso en los estudios musicales hay hasta especializaciones de la carrera dedicadas específicamente a la armonía, dada su complejidad.