Ignacio Varela: “A la policía de la información y la de las opiniones, le sigue la policía y vigilancia del pensamiento”
Reflexionamos con Ignacio Varela sobre el pillaje de lo que es verdad y lo que no lo es, así como sobre sus consecuencias en la libertad y la seguridad de los ciudadanos.
"El Ministerio de la Verdad es una mezcla entre las tentaciones del Gobierno y las exageraciones de la oposición", dice nuestro colaborador Ignacio Valera. "Todo remite a la cuestión más clásica del derecho y la política: la difícil relación entre la libertad y la seguridad". Además, Varela indica que el debate se complica porque entra en juego la "tecnología", que "pone en nuestras manos instrumentos cada vez más poderosos para ambas cosas".
¿Cuáles son lo hechos que invitan a la reflexión?
En primer lugar, en la noche electoral americana, el presidente Trump ofreció un discurso "feroz" denunciando un fraude masivo para robarle las elecciones. En ese momento, casi todas las cadenas de televisión norteamericanas cortaron la emisión del discurso argumentando que no hablaba como presidente, sino como candidato, y que todo lo que estaba diciendo era mentira.
Varela destaca tres hechos graves:
- Decidieron sobre la marcha y sin terminar de oírle que lo que estaba diciendo era mentira.
- Decidieron que los espectadores no debían poder escucharlo.
- Privaron al público de una información importantísima.
"Esa noche las televisiones americanas ejercieron la censura, y lo más asombroso es que mucha gente lo aplaudió", sentencia el colaborador. No obstante, la CNN fue una de las pocas cadenas que dio el discurso entero y, a continuación, refutó cada una de los argumentos que Trump utilizó. "Fue la única que trató al publico como adulto", señala Varela.
"La mentira no se censura, se combate y si hace falta se rebate. Defiendo el derecho a la mentira, del que habla a mentir y el derecho del que escucha a preferir la mentira a la verdad", dice Varela. Aunque, ambos algún día deberán ser "consecuentes de sus actos".
El segundo hecho es que el Gobierno español ha regulado por orden ministerial combatir la desinformación y ha aprovechado la situación para atribuirse competencias que han alarmado a mucha gente con el 'Ministerio de la Verdad'.
"En la versión oficial el Gobierno ha aplicado los mandatos de la Unión Europea, pero lo ha hecho de una forma que se presta a todas las sospechas sobre sus intenciones", indica Varela. "Lo primero que se debe hacer es definir qué es el desinformación", porque, además, las redes sociales "se han convertido en un autentica arma de guerra".
Si el gobierno nos puede vigilar, ¿quién vigila al vigilante?
La función de un gobierno es proteger la seguridad pública, "pero no lo es intervenir en el flujo de las informaciones y opiniones", remarca el colaborador. El "secreto", dice Varela, está en "no atribuirte poderes que no admitirías en otros".
"Nadie introduce más desinformación en el debate público que los gobiernos y los partidos políticos", señala Varela, por lo que "si hubiera que censurar las mentiras políticas por sistema, habría que empezar por suprimir las ruedas de prensa del consejo de Ministros y los discursos del presidente del Gobierno".
Varela señala que "se empieza con la policía de la información y se termina con la de las opiniones, y, después, la del pensamiento". "La sociedad más insegura es aquella en la que ha desaparecido la libertady la más esclava es aquella en la que nadie se puede sentir seguro".