POR FIN NO ES LUNES

Ignacio Varela: "Las personas no vacunadas son objetivamente agentes de destrucción social"

Ignacio Varela, nuestro sabio de guardia, reflexiona en 'Por fin no es lunes' sobre el derecho de la ciudadanía vacunada a disfrutar de su libertad en detrimento de quienes voluntariamente han decidido no vacunarse y, en consecuencia, auto excluirse de la vida en sociedad.

ondacero.es

Madrid | 27.11.2021 11:07

Ignacio Varela, nuestro sabio de guardia, reflexiona en 'Por fin no es lunes' sobre el derecho de la ciudadanía vacunada a disfrutar de su libertad en detrimento de quienes voluntariamente han decidido no vacunarse y, en consecuencia, auto excluirse de la vida en sociedad.

Hechos probados en relación a la Covid-19

Para argumentar su tesis, en primer lugar ha recurrido a las evidencias demostrables que abalarían su opinión. Y es que, decía el sabio, "sabemos que estamos ante una pandemia descontrolada, altamente infecciosa y que, de momento, ha contagiado oficialmente a doscientas sesenta millones de personas y ha matado a más de cinco millones". A continuación, añadía que "sabemos también que, a falta de un tratamiento curativo, el único tratamiento preventivo es la vacuna", y puntualizaba que "cuando las infecciones crecen, hay que confinar a la población, restringir la movilidad y parar la actividad económica porque los hospitales se colapsan".

Ignacio Varela evidenciaba así que el incremento de contagios afecta directamente a las libertades individuales, a la economía paralizada como consecuencia de la restricción de las libertades y, sobre todo, a la salud pública. Por lo tanto, concluía el sabio, "sabemos que quienes pueden vacunarse y no lo hacen se juegan la salud, pero además ponen en peligro inmediato la vida de quienes se relacionan con ellos, dañan el funcionamiento del sistema sanitario atentando contra la salud de toda la población, obligan a los gobiernos a restringir la movilidad alterando la libertad del resto de los ciudadanos y, consecuentemente, atacan a la economía".

Una solución de sabio

Consciente de que las personas no vacunadas "son objetivamente agentes de destrucción social", el sabio no tiene dudas: "plantear la vacunación como una cuestión de libertad individual es una estupidez irresponsable". Sin embargo, reconoce que hay quien puede alegar que no desea inocularse ninguna sustancia infecciosa, motivo por el cual, en casos como el de España donde la negativa a vacunarse es muy minoritaria, Varela apuesta de pleno por el pasaporte covid. Es decir, si la vacuna no se estipula obligatoria por respetar a los anti-vacunas, el pasaporte covid habría de imponerse para que "quienes no quieran vacunarse no puedan poner en peligro a los demás". Además, el sabio puntualiza que "ambas opciones son compatibles con un gobierno democrático porque la sociedad tiene derecho a defenderse de esta gente y los poderes públicos tienen la obligación de protegernos de ellos".

"Usted puede no vacunarse, pero eso significa que usted no está en condiciones de tener una vida social ni una actividad laboral normal, por lo que su contacto con los demás tiene que quedar restringido drásticamente", ha manifestado.

Y es que Varela está convencido de que este no se trata de un conflicto entre libertades individuales, sino entre la libertad de uno y la seguridad de todos, debido a que "nadie es libre para poner en peligro la vida de los demás". "Hasta el liberal más ortodoxo estaría de acuerdo con esto", agregaba.

Si bien en el pasado las vacunas fueron cruciales para controlar infecciones tan virulentas como la del sarampión, la viruela y el tifus, nuestro sabio defiende que ahora no habrían de sopesarse tantas contemplaciones con quienes no se vacunan porque lo cierto es que están siendo sumamente egoístas.

"El mundo no recuperará la normalidad hasta que este virus esté controlado y no lo estará mientras haya países que no pueden vacunar a sus ciudadanos o ciudadanos que pudiendo vacunarse se nieguen a hacerlo", explicaba.

"Me parece muy bien que el certificado covid se exija con carácter general porque quien se excluye de la vacuna debe asumir que eso le excluye de la vida en comunidad; no hay discriminación, sino autoexclusión voluntaria", concluía.