Otra vecina le dijo su nombre… Tori. Pero en estos tiempos más vale un número de teléfono que un nombre, así que Jeremy le mandó un dron con su número. Y ese día cenaron de Lejos. Pagó Jeremy que mandó a casa de Tori un pedido con su menú favorito.
Una cena que llevó a largas conversaciones hasta que lo siguiente que había que decir, tendría que ser ya a menos distancia. Jeremy bajó al portal, había encargado una burbuja de oxígeno y la infló con el dentro y un ramo de flores. Cuanto Tori salió al portal, pudo abrazarle sin tocarse. También les paró la policía, pero para hacerse un selfie.