La empatía se define hoy en el Diccionario académico como ‘la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos’. Llama la atención el hecho de que una voz hoy tan cotidiana sea relativamente nueva en nuestro idioma, se incorporó por primera vez a las obras académicas en 1984.
Si la empatía es precisamente tratar de ponerse en la piel del otro, la equidistancia alude justamente al que no quiere mojarse. A aquellas situaciones en las que un político puede dar un paso en favor o en contra de alguien o algo, pero elude hacerlo. Los contrarios suelen entonces achacarle una postura equidistante en el asunto en concreto y por eso se recurre precisamente a esta palabra con la que se denomina la igual de distancia entre varios puntos.