Empecemos a construir este domingo, el último día de la semana, desprovista de las cargas y obligaciones del resto de días, parece que esta jornada se hace como más ligera y etérea, y es entonces cuando encontramos el momento.
Ese que no perdonas y sabes que te pertenece y es tuyo. Recorrer unos kilómetros del Bosque de Oma (Bizkaia), los Acantilados de Langre, la Senda de las Formas (Guadarrama) o la Ruta del Monte Atalaya (Cartagena).
Hay muchas opciones, hasta sentarte a tomar un café en absoluto silencio mientras todos duermen en casa. Y dices: "Es mi momento, y nadie me lo va a romper". También puede ser encender la radio en este instante.