Hoy llegamos muy tarde a pesar de la lluvia, frente al viento, al agua, el aguacero, la tormenta, hoy sí llegamos muy tarde y hay que aprovechar la jornada de sábado, el último fin de semana de mayo.
¡Buenos días, desde El Rocío! Ocho de la mañana, pero podría ser cualquier hora porque en este rincón de Andalucía es que el reloj baila al ritmo vital y de celebración de cada uno de los visitantes, de cada uno de los romeros.
Para mí puede ser la hora de despertar o hacer un programa de radio y para mi vecino de pared, la de comerse unas fabes o continuar la jornada de viernes. El año, el calendario empieza a correr desde ahora hasta la próxima romería.
El Rocío tiene además sus propias normas de tráfico y los charrés, las carretas y los caballos tienen prioridad sobre los vehículos a motor.
Tampoco se camina o se circula marcando una línea recta. Porque aquí la geometría es rociera. Y en pleno mes de mayo -a veces en junio-, un caldito caliente se convierte en el plato oficial reconstituyente.