Hace apenas 4 años a Miguel Ángel Rubio le detectaron un liposarcoma, un tipo de cáncer muy agresivo. Fue encima en un momento muy delicado: en plena pandemia. Miguel Ángel no sólo tuvo que estar muchas semanas aislado en su propia casa, sin poder abrazar a nadie de su familia mientras empezaba su lucha contra el cáncer, si no que tuvo que trasladarse él sólo a Madrid desde Cuenca para que le operaran y seguir con su tratamiento.
Le dijeron que después de la operación seguramente no podría subir escaleras, pero para Miguel Ángel eso no iba a ser un impedimento, porque él lo que quería era subir montañas. Concretamente los 5.890 metros del Kilimanjaro. Una cumbre que siempre quiso conquistar. Un reto que se planteó, a parte de como un desafío personal, para recaudar fondos para la investigación contra el cáncer.
Y dicho y hecho. Hace un par de semanas Miguel Ángel Rubio, junto con otros 5 compañeros de ruta entre los que se encontraba el cirujano que le operó, hicieron cumbre en el monte Kilimanjaro, en Tanzania. Han grabado la hazaña además como parte de un documental: 'Kilimanjaro: La importancia del momento', para que el reto perdure en el tiempo y cuya recaudación irá también íntegramente para la investigación.
Hablamos con él y conocemos los detalles de esta historia de superación.
