"Alonso Álvarez de Toledo, embajador de España en la RDA, no era un embajador clásico, sino una persona ávida de contar lo que estaba pasando. Álvarez de Toledo nos llevó a un paso fronterizo. La gran primicia fue que abrieron un paso fronterizo del Muro para nosotros. El oficial que estaba allí no quería que encendiéramos la cámara, pero no le hicimos caso", nos cuenta la corresponsal de TVE Rosa María Artal. "El Muro se iba a abrir, pero no en aquel momento", añade.
"Estaba ante esa pequeña puerta que se abría. Un cierto temor sí sentí, a lo desconocido", cuenta Rosa María Artal sobre el momento en que abrieron para Informe Semanal un paso fronterizo del Muro de Berlín.
"La Deutsche Welle me invitó a grabar allí hace poco. Ahora no queda ni rastro, sólo queda una placa. Lo cerraron durante una hora después de abrirlo. La gente empezó a enterarse, y lo determinante fue cuando fueron con los picos y las palas y empezaron a trepar y picar. Ya no había vuelta atrás", explica la corresponsal hoy, treinta años después.
"Noto hoy, como pasa con los grandes hechos de este tipo, que les pesa mucho lo que ocurrió. Lo que marca el hito hoy, es si ocurrió algo ese día que fue el inicio de lo que tenemos ahora", explica Rosa María Artal. "Había dos bloques que se servían de contrapeso, al quedar uno solo sin ningún freno, todo cambió. Si entonces empezó a ser el dinero el regidor de las cosas, si se tiene más en cuenta el precio que el valor, como dijo José Luis Sampedro", continúa.
"La política tradicional no ha sabido dar respuestas. La socialdemocracia abandonó su papel porque ya no hacía falta, no tenía el enemigo enfrente. En todas partes hay descontento social. Y eso nos lleva a pensar en los fascismos. Toda esa trama, todo lo que está pasando, para bien y para mal… las mujeres hemos despertado en estos treinta años, nos preocupamos por el medio ambiente, los medios han cambiado... en fin, otro mundo. Pero habría que volver atrás y modificar los pasos perdidos", reflexiona Rosa María Artal.