ENTREVITA EN 'POR FIN NO ES LUNES'

Ricardo Gómez, sobre sus nuevos proyectos': "Los protagonistas que interpreto tienen enfermedades mentales y me siento muy orgulloso de poder hacer este papel"

En 'Por fin no es lunes' hablamos con el actor Ricardo Gómez. Nos presenta su nueva película, 'Mía y Moi', y su nueva obra de teatro, 'El hombre almohada'. En ambos proyectos interpreta el papel de dos personas que sufren enfermedades mentales. "Estaría bien que nos empezáramos a estudiar como sociedad. Esto es algo que nos sucede y que todavía se trata como un tabú", declara.

ondacero.es

Madrid | 23.05.2021 11:59 (Publicado 23.05.2021 11:58)

Ricardo Gómez es nuestro próximo invitado. Le hemos visto crecer desde los 7 hasta los 24 años a través de Carlitos, su personaje en la serie 'Cuéntame cómo pasó'. Un papel que le ha permitido ser quien es hoy, como persona, y como actor, que sigue creciendo más allá del personaje que ha definido inevitablemente su carrera.

Una carrera de la que podemos ser testigos en el teatro, con 'El hombre almohada', que acaba de estrenarse en los Teatros del Canal de Madrid; y en el cine, donde podemos verle desde este viernes en la película 'Mía y Moi'.

Tanto en el largometraje como en la obra de teatro, Ricardo Gómez interpreta a personajes con algún tipo de enfermedad mental. Justo en un momento donde la salud mental es clave. "Me siento muy orgulloso de poder representar este tipo de personajes", afirma.

Uno de los trastornos que más están sufriendo los jóvenes es la ansiedad, que no entiende ni de clases ni trabajos. "Este tema se llevó hace poco al Congreso de los Diputados. Estaría bien que nos empezáramos a estudiar como sociedad. Esto es algo que nos sucede, pero muchas veces a quien le ocurre lo tiene que tratar como si fuese un tabú", indica.

Tras abandonar 'Cuéntame cómo pasó'

Ricardo Gómez interpretó el papel de Carlitos en 'Cuéntame cómo pasó' desde los 7 a los 24 años. Hace ya tres años que decidió abandonar la serie para emprender un nuevo camino. "Cuando alguien toma una decisión arriesgada tanto personal como profesional, que ha tenido que meditar, pues siempre hay sustos y en el caso de 17 años más. Te vienen los fantasmas y piensas: ahora nadie querrá trabajar conmigo porque solo se hacer esto", se sincera.

Sin embargo, también destaca lo positivo: "En el momento en el que experimenté por primera vez un espacio en lo profesional, comencé a escucharme a mí mismo y a preguntarme qué quería hacer".