ENTREVISTA

Pablo Ochoa de Olza, artista urbano: "Con mis obras intento explicar por qué el grafiti es arte y no suciedad"

Pablo Ochoa de Olza realizó sus primeros grafitis en los años 90. Desde entonces, el arte urbano ha sido su medio de expresión.

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Madrid |

Los grafitis son ya un elemento decorativo más de nuestras ciudades, del panorama urbano y no somos capaces de imaginarnos un barrio de Nueva York, de Barcelona, de Madrid o de Berlin libre de este arte urbano. Y aun así en casi todo el mundo las pintadas se consideran un acto delictivo.

Es probable que, como sociedad, no terminemos de entender bien el valor que tienen estas piezas que adornan nuestras calles, aunque existen algunos artistas hoy en día muy reconocidos que precisamente comenzaron haciendo grafitis.

Pablo Ochoa de Olza comenzó su trayectoria pintando con nocturnidad y alevosía en Pamplona. Pablo Ochoa de Olza conoce perfectamente ese mundo del arte callejero, del que ha formado parte. Él se obsesionó tanto con el grafiti que se fue a vivir como pudo durante un año a Nueva York para aprender de los artistas neoyorkinos y luego se pasó otros 4 años en Alemania donde se formó en Restauración de arte antiguo.

Hoy Pablo es uno de los referentes del grafiti en nuestro país y continúa su trayectoria como artista en su estudio donde le salen obras en casi cualquier soporte, y donde aprovecha para experimentar e investigar con la pintura y la escultura.

Aunque ya no sale a la calle a hacer pintadas, sigue muy presente en su estilo todo lo que ha vivido desde que era pequeño en Pamplona.