Después de ir a este bar decidió dedicar su tiempo libre a escribir las cartas de los bares en braille. Así, él y los que vinieran después sabrían qué pedir sin necesidad de preguntar. Francisco Manuel Benítez ha traducido más de 100 cartas, una tarea que compagina con quinto de primaria, un curso que ya empieza a ponerse serio de deberes.