El libro ‘Los demonios del edén’ destapó en 2005 una red de pornografía infantil que abusaba de niños de entre 4 y 14 años, en México. Una red de la que formaban parte algunos importantes empresarios y políticos locales.
La periodista y activista Lydia Cacho, su autora, tuvo la valentía de poner nombre a esos hombres: entre otros, eran Mario Marín Torres, ex Gobernador de Puebla, Adolfo Karam, que fue su subsecretario de Seguridad, Kamel Nacif, empresario textil y Jean Succar Kuri, propietario de un próspero imperio turístico.
Demasiado poder para enfrentarse a él sin pagar un precio alto. En el caso de Lydia, llevan quince años intentando cobrarse la deuda, que no es otra cosa que su vida.
Sólo unos meses después de publicarse el libro, la policía la detuvo acusada de difamación y durante más de 1300 kilómetros la encerró en un coche donde varios agentes amenazaban constantemente con abusar sexualmente de ella.
En 2012, cogió una llamada pensando que era de otro periodista. “Ya te lo dijimos, puta, se ve que no aprendiste. Te vamos a mandar a casa en pedacitos, pendeja”
En 2019, unos sicarios entraron en su casa. Mataron a sus perras y le robaron material de trabajo. Ella salvó la vida porque no estaba en casa. Se salvó porque su vuelo sufrió un retraso.
Con estos antecedentes, entre otros, debe de ser difícil cerrar los ojos y descansar. Debe de ser complicado dormir tranquila.
Lydia ha charlado con Jaime Cantizano en 'Por Fin No Es Lunes' y le ha contado su historia y cómo ha sido la experiencia de llevar su secuestro al teatro en la obra 'La infamia', que ha estrenado en Madrid.
