Francisco tiene 67 años. Está jubilado y es donante de sangre desde hace casi medio siglo. Nada menos que 500 donaciones. A él no le han recibido con globos y aplausos como hicieron con el donante de Texas que alcanzó esa misma cifra, pero se siente orgulloso de formar parte de ese grupo de donantes que sitúan a España en el primer puesto del ranking mundial en donación de sangre.También es el presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Burgos y el responsable de la Federación de Castilla y León