Felisa ha sido una de tantas ancianas que ha vivido sola estos tiempos duros. Hemos seguido su estado durante todo el confinamiento y para cerrar la temporada, volvemos a hablar con ella tras semanas sin saber cómo estaba. Felisa bailaba frente a la ventana durante los aplausos, era la más animada. Hoy ya se ha atrevido a salir "una vez el pasado jueves"-"con bozal (mascarilla) y gafas negras de sol", informa-, cosa a la que se negaba, pero ya se ha vuelto a encerrar: "Estoy tan feliz encerrada".
En la salida la acompaña su vecino Gustavo, que le ha echado también una mano durante el confinamiento. Mariví, otra de sus vecinas, también le daba conversación y le llevaba la compra. Hablamos con todos ellos y también recibimos un mensaje muy especial de los hijos de Felisa.
Felisa ha sido un ejemplo de saber llevar la soledad en tiempos difíciles, acompañada de la radio y la televisión y las conversaciones vecinales a través del telefonillo del portal...y sin rechistar. "En estos momentos es cuando uno se da cuenta de quien lo quiere", asegura Felisa, que ya ha pasado lo peor y que asevera tener grabada a fuego la sonrisa de Jaime Cantizano.