No sé si es demasiado aventurado decir que España se queda sin herederos, pero desde luego algo está cambiando en nuestra sociedad. Si las antiguas generaciones dejaban a sus hijos una casa en propiedad, un coche y un buen pellizco de ahorros, las nuevas generaciones tendrán que conformarse con una vivienda de alquiler y alguna deuda que otra.
Se acabó aquello de "ajustarse el cinturón" para dejar una cuantiosa herencia. Los españoles somos cada vez más individualistas y preferimos gastar hoy lo que mañana se llevarán otros. Así lo refleja un estudio pionero llamado 'Herencias en la sociedad digital' que, a través de una encuesta nacional a más de 1.100 personas mayores de 60 años, trata de explicar desde una perspectiva sociológica los sistemas de herencias de la sociedad española.
Los datos son claros: un 57% de los encuestados considera que, por el mero hecho de ser hijo, una persona es merecedora de la herencia de sus padres. Aunque eso sí, un 40% asegura que los hijos deben demostrar que se merecen esa herencia. ¿A quién dejamos nuestros bienes? ¿Los dejamos en vida o después de fallecer? ¿Somos de hacer testamento?
Luis Ayuso es catedrático de sociología de la Universidad de Málaga y autor de este estudio pionero realizado gracias a una Beca Leonardo de la Fundación BBVA y en 'Por fin no es lunes' nos explica por qué este cambio de tendencia respecto a las generaciones anteriores.