La contaminación por plásticos es un hecho. Según los últimos informes, cada minuto se compran un millón de botellas de plástico en el mundo y 500 millones de bolsas. Ya en 2020, se arrojó un dato terrorífico: el peso de todo lo fabricado por el hombre sobrepasó al peso de todo lo vivo que hay en el planeta, es decir, todos los árboles, los bosques, los animales. Si los datos se mantienen, en 2050 habrá más plástico que peces en el mar. Por eso es importante preguntarse, ¿estamos reciclando bien?
Manuel Maqueda es uno de los mayores expertos globales en contaminación por plásticos y profesor de Economía Circular en la Universidad de Harvard, donde ha creado el primer curso de Economía Regenerativa dirigido a empresarios, ministros, economistas y todo tipo de profesionales.
Sus declaraciones son impactantes: "El plástico tiene la misma designación que amenazas como el SIDA o el Covid. Es maravilloso, pero sus propiedades se obtienen a través de aditivos químicos, y muchos son peligrosos para la salud porque son disruptores endocrinos, es decir, cantidades pequeñas que producen mutaciones en el sistema endocrino".
Respecto a esto, hace especial hincapié en cómo afecta a los niños y adolescentes al asegurar que está documentado que estos disruptores endocrinos en muchos niveles han podido causar "deformaciones genitales, falta de atención, diabetes, enfermedad cardiovascular y muchos tipos de cánceres". Es claro al respecto: "Los aditivos del plásticos se asocian a las grandes epidemias de salud de nuestra era".
¿Es suficiente con el reciclaje?
Explica, además, que uno de los grandes problemas de la sociedad es que básicamente lo que hacemos diariamente de separar los tipos de envases por contenedores no es reciclar: "No reciclamos, ponemos cosas en un contenedor para que sean recogidas. Y nadie tiene la obligación legal de hacer nada con esos plásticos que ponemos ahí. Es un sistema diseñado para que nos sintamos bien porque cuanto más ponemos en el contenedor, mejor nos sentimos y debería ser justo al contrario. Se nos ha hecho creer que es eficaz cuando en realidad no lo es".
Considera que nos han inculcado a nosotros la responsabilidad de separar en contenedores los envases mientras al mismo tiempo nos obligan a consumir cosas con un embalaje que nosotros no hemos decidido y que nos repercute en un costo altísimo a toda la sociedad de esa basura que se genera. "Entender que muchos de esos materiales no son reciclables es el primer paso para cuestionar cómo recibimos el valor de los bienes y servicios que necesitamos porque mucho de esto no se necesita y hay muchas alternativas al plástico".
¿Qué es la economía circular y regenerativa?
Es aquella que separa la creación de valor de la extracción de recursos y de la generación de residuos. Mantiene todo en uso al máximo valor posible durante el máximo tiempo posible, "como se ha hecho toda la vida". Es una economía intensiva en trabajo, "algo que en España nos vendría muy bien".
Por su parte, la economía regenerativa es un paso más: "una economía que restaura la biosfera, es decir, que además de mantener todos los flujos de materiales, maximizarlos y mantenerlos lo más en uso posible, la restaura para revertir el cambio climático". Y aquí da otro dato terrorífico: "cada 20 años se duplica la masa y peso de todo lo fabricado por el ser humano".
De hecho, "en 2020, el peso de todo lo fabricado por el hombre sobrepasó el peso de todo lo vivo que hay en el planeta: todos los árboles, bosques, animales. Esto quiere decir que la biosfera cada vez es más pequeña, y es preocupante porque es lo único que nos puede regenerar alimento, agua, el oxígeno, etc. Hay que empezar a prestarle muchísima atención y solo con una economía regenerativa se puede conseguir esto".