Hoy, unos cuantos años después, ¡¡¡a sus 87!!!, confinada en su casa, ha querido aportar su granito de arena haciendo lo que mejor sabe hacer, coser. Con su máquina de coser, fabrica mascarillas para los sanitarios y los pacientes que las necesiten desde su casa en Arcos de la Frontera. ¡Y lo hace entre 8 y 9 horas cada día
Cuando vio en la televisión que había tantos médicos, enfermeras, sanitarios y tantos colectivos sin mascarillas… Se miró y se dijo que tenía mucho tiempo libre y sabiendo coser, se "remolinó" y dijo: ¡A por ello voy!. No soporta quedarse de brazos cruzados mientras cada día muere más gente.