DESHEREDADOS EN TIEMPOS DE COVID

Aumenta el número de mayores que desheredan a sus hijos por desatenderlos durante la pandemia

El abandono por parte de muchos que hijos durante la pandemia ha hecho que algunos ancianos se planteen qué hacer con su herencia. ¿Se merecen recibir los ahorros un hijo o una hija que no se preocupa por sus padres? Hablamos sobre este tema con María del Mar Ascaso, notaria de Monzón en Huesca, con Rafael Saavedra, cuyas hijas no se han preocupado por él durante años, y con Marcelo Cornellá, presidente de la Asociación Cultural de Mayores de Fuenlabrada (Acumafu).

ondacero.es

Madrid | 05.12.2020 11:44

Miles de personas de avanzada edad que viven solos o en residencias han tenido que pasar la pandemia sin ninguna visita y ni una llamada. Durante este tiempo, muchos de nuestros mayores se han sentido más solos que nunca. Un abandono por parte de muchos que hijos que ha hecho que algunos ancianos se planteen qué hacer con su herencia.

María del Mar Ascaso, notaria de Monzón en Huesca y colaboradora en notarios en red, nos cuenta que en nuestro derecho sucesorio español, a excepción de Navarra y País Vasco, la libertad de testar "está limitada" con la legítima.

"Durante los últimos meses en nuestros despachos hemos notado un incremento en lo que son consultas para hacer testamentos y, en algunos casos, desheredar a los hijos", diceAscaso. No obstante, esto no es algo excepcional.

La despreocupación de los hijos provoca estas situaciones

Rafael Saavedra tiene 70 años, vive en un pueblo de Lugo y cuatro hijos, dos hombres y dos mujeres. Sus hijas no se han preocupado por él, ni una llamada. Esto le ha llevado a plantearse desheredar a tus hijas para dárselo todo a tus hijos.

"No es una cuestión de venganza", dice el anciano, pero " no me parece justo que si en vida que si en vida solo quisieron mi dinero y no quisieron saber nada de mí ni de sus hermanos, cuando fallezca ellas puedan llevarse algo".

Marcelo Cornellá, presidente de la Asociación Cultural de Mayores de Fuenlabrada (Acumafu), ha percibido que durante estos meses los mayores se interesan más por saber qué pueden hacer para modificar sus testamento. "Estamos recibiendo unas 220 llamadas mensuales de todos los puntos de España y, como la historia de Rafael, hay muchísimas más".