Este profesor e historiador catalán ha pretendido plasmar en 'Devaluación continua', de manera realista, los graves problemas que azotan algunos centros de educación en España. "No podemos olvidarnos de los lugares donde hay dificultades y pensar que vivimos en un mundo naíf", asevera. "Es un deber civil que los padres conocieran parte de la realidad de lo que ocurre en los centros españoles. También hay un mensaje de esperanza en el libro, aunque algunos no quieran verlo. Es un libro contra los apocalípticos, y contra aquellos que quieren hacer sangre en la educación", nos explica Andreu Navarra.
"Parece que los de arriba no tienen asesores pedagógicos muy desarrollados", denuncia Navarra. Y no todas las problemáticas son educativas, sino también sociales. El profesor nos cuenta que un día preguntó en un aula cuántos alumnos habían desayunado. Veinte de ellos no lo habían hecho. "Es un problema más extenso de lo que podríamos pensar", asegura Navarra. Cuando le preguntan si hay una solución al problema y le acusan de pesimismo, Navarra asegura que "hay que romper con la idea idílica de que esto va a resolverse con un pacto de Estado". "Tenemos que olvidarnos del macro y pensar en cómo se solucionan los problemas de cada centro", reflexiona.
Navarra critica que no podemos permitirnos una sociedad en la que "el 20% de los jóvenes de 16 años son analfabetos funcionales". "Se enfadaron conmigo por comparar nuestra época con la Edad Media, pero para mí el mensaje de alarma es muy claro", explica Navarra. "Había una serie de dogmas sin crítica por las religiones en la Edad Media, y hoy día tenemos religiones civiles, que solo se pueden combatir con cultura liberal y con debate cívico, y en eso está fallando la educación", razona. "Hoy tenemos dos escuelas, una de izquierdas y otra de derechas", apunta."Esta cultura tiende a lo audiovisual de manera exagerada y también está creando estamentos. Hay alumnos de clase baja que no tienen la oportunidad de recibir una educación fuerte que le permita salir de su situación, por eso hablo de una Edad Media", denuncia con firmeza el profesor.