A veces, también hay que hablar de despedidas. Esta mañana queremos decirle adiós a Antón García Abril, uno de los más grandes creadores que transformó la música de nuestro país. De sus manos y su mente salieron melodías que hoy tararean varias generaciones. El "Picasso de la música española", Premio Nacional de Música y Nacional de Teatro y Medalla de Oro en 2014 otorgado por la Academia de Cine. Fue miembro de la Generación del 51 y uno de los fundadores del grupo Nueva Música en 1958. Seguro que, si escuchamos esto, sabréis de quién hablo. Autor de sintonías y bandas sonoras del cine y la televisión inolvidables.
Hoy queremos hacer un homenaje a uno de los autores más destacados de la música contemporánea, cuya larga trayectoria profesional incluye la composición de obras para orquesta, cantatas, conciertos, música de cámara y más de 200 bandas sonoras. Antón García Abril, quien dijo adiós rodeado de los suyos este pasado miércoles.
Amor por la música y por la familia. Sus dos grandes amores en la vida. Por eso, hoy le recordamos desde el corazón de sus seres queridos.
Adriana García Ruiz, hija de Antón García Abril, cuenta que su pérdida "deja un vacío enorme". "Es muy triste, pero estamos reconfortados con las muestras de cariño y las palabras hacia mi padre y su música. Es una vida que todos firmarían ahora mismo y que no podemos más que celebrar", dice.
Adriana afirma que para Antón García Abril la música "ha sido su vida y su pasión". Indica que todas sus obras son "increíbles" y "especiales".
Gracias a Antón, todos en su familia tienen contacto directo con la música y el arte. "Amamos este ámbito, aunque nunca nos hemos dedica profesionalmente a ello", afirma.
También hemos hablado con Leo de María, pianista y concertista de piano internacional con tan solo 25 años. Nos explica cuál era su relación con Antón. "Mi padre es cubano y cuando vino a España se conocieron y trabajaron muchísimo juntos. A raíz de ahí nace la relación familiar con él y cuando comencé mis estudios, Antón estuvo muy unido a mi formación e, incluso, algunas las he trabajado con él directamente. Fue como un abuelo para mí", comenta.
Leo de María nos cuenta algunas anécdotas: "Estábamos en la playa, tenía 4 o 5 años. Estábamos en un restaurante con él y su mujer. Le gustaba mucho mi sonrisa y ese día, al parecer, yo no quería sonreír. Él se puso una botella en la cabeza para hacerme reír y lo consiguió. Esa imagen la tengo grabada".