Desde hace casi diez años en Vallbona de les Monges (Lleida) cada familia tiene su propio espantapájaros, pero que lejos de ahuyentar a las aves, las miman y las atraen. Los espantapájaros se han convertido en estimaocells o lo que es lo mismo, en “quierepájaros”.
El responsable de este proyecto es un perito médico de profesión y naturalista de afición, Eduard Vivero. Con los estimaocellsVivero ha conseguido mejorar la biodiversidad de la zona y ahora el pueblo, aparte de ser turístico, es también un referente de la ornitología y la fauna silvestre.
Eduard es un amante de las aves y decidió quitarle el significado negativo que tiene la palabra espantapájaros para darle un sentido positivo. De esta manera, aplicó la psicología inversa, convirtiendo un elemento para asustar a los pájaros en un elemento de protección.