Asegura que ha "ligado muchísimo en los aviones" y explica que "hay gente incluso que te aborda". Además, apunta que los mejores vuelos para flirtear son entre las 11.30 y 13.30, "ahí sí que notabas que alguien se iba a aproximar pidiendo más que café o palabras".
Por otro lado, comenta qué es para él un pasajero molesto y recala que ha llegado a "hacer malabarismos para no despertar a la persona que está en el asiento del pasillo".