A-N-T-I. 'Anti'. Opuesto o contrario. Ejemplos: Anticristo, antipútrido. Pues los dos nos valen. Llevar la contraria huele a podre cuando se hace sin razón alguna. ¿Qué construimos al dar por destruida toda una parte? ¿Negar algo significa afirmar exactamente el qué?
Algunos por pinitos ideológicos, otros por sapiencia extraterrenal o por comidilla de patio, son muchos o todos o tantos los que se disponen a ir en contra de lo dictado. Pua en alto sabinolotodo, hablemos sobre la necesidad de estar contra algo o contra alguien. O tener que estar siempre en contra de lo que sea para justificar la propia contrariedad. Véase la acepción de Guerra, guerra híbrida o autoritariedad.
Vayamos al as divagaciones: ¿Por qué todas las personas antialgo terminan por tener la misma apariencia? De todos los mitos que sostienen la realidad humana, quizá ninguno tan poderoso como la identidad personal.
El ser humano es un animal que en algún momento de su evolución adquirió conciencia de sí mismo y, a partir de entonces, comenzó a acumular un enorme valor sobre la idea de sí: la conciencia en primer lugar, el yo, la identidad, la personalidad, el narcisismo…
La más sencilla pasa por reconocer que el ser humano es un ser social, desde casi cualquier punto de vista que se le considere. Nuestra necesidad de sentirnos parte de un grupo es más poderosa de lo que solemos reconocer y, por ello mismo, nos hace actuar de maneras no siempre conscientes o advertidas.
En general, puede decirse que se trata de un proceso en el que la pretensión de originalidad es siempre dialéctica: se piensa que se es original, hasta que todo el mundo hace lo mismo.