Después de tantos meses quejándose amargamente del trato de favor recibido por las entidades, el PSOE sabe que ahora le pueden acusar de incoherencia. En estos casos, nada mejor que desviar la atención: cambian la diana de sus diatribas y en lugar de a los banqueros, colocan a los curas. Cualquier tópico sirve para tapar incongruencias y buscar visibilidad cuando se va a remolque en la vida política.