La unidad de quemados del Gobierno tiene varias camas ocupadas. Manos en el fuego achicharradas por confiar en quien no se debía. Yolanda Díaz pone la mano en el fuego por Sánchez porque dice que el presidente a ella no le ha mentido, que a día de hoy no está involucrado en la causa y que ella le sigue creyendo. Y por eso continua en el Gobierno.
Otra cosa sería, dice, que se demostrara financiación irregular del PSOE. Sabido es que Sánchez y ella se necesitan para seguir gobernando. El primero para conservar el poder. La segunda porque su partido se está disolviendo en las encuestas como un azucarillo. Es un matrimonio de conveniencia, aunque de vez en cuando se den pellizcos.
Quizá el pellizco de esta mañana en Más de uno haya sido algo más intenso cuando por primera vez la vicepresidenta sugiere ella no puede asegurar que la legislatura llegue hasta el 27. Claro que de amenazas incumplidas estamos vacunados.
