El Partido Popular pone pie en pared ante el control de las instituciones que pretende el Partido socialista. Les ha caído mal que el exsecretario de estado de comunicación vaya a convertirse en presidente de la agencia EFE. No porque no tenga cualidades como periodista. Sino porque pasó tres años en Moncloa a las órdenes directas de Pedro Sánchez.
Los nombramientos a dedo se han convertido en práctica habitual desde Moncloa, aunque luego los tribunales los rechacen como sucedió, por ejemplo, con la presidenta del Consejo de Estado o con el nombramiento del Fiscal General del Estado. El control de las instituciones es, también, lo que está detrás de la renovación del Consejo General del Poder Judicial.
Sánchez se ha quejado amargamente esta mañana en Antena de que en todos los años de historia del Consejo casi siempre la mayoría haya sido conservadora. Y él está dispuesto a arreglarlo.