Primero fue en el conflicto de los agricultores para que Pablo Iglesias no les animara a seguir apretando. Ahora con el coronavirus, para desautorizar las guías de la ministra de trabajo recomendando abandonar el puesto de trabajo si hay riesgo. Así, por las bravas.
Salud pública siempre ha funcionado muy bien por encima de gobiernos. Así que convendría entender que cuando uno se beneficia de pisar moqueta, tiene que renunciar a las felices ocurrencias que tan buena acogida tienen en los mítines.