Con Francisco Sierra

Minuto tecnológico: La Inteligencia Artificial ya sabe cómo mentir a los humanos

Hoy hablamos de Inteligencia Artificial, de esas máquinas creadas para actuar y pensar como nosotros. A las que se diseñan para actuar como los humanos, les llamamos robots. Y las que son diseñadas para pensar y por tanto para que tomen decisiones, resuelvan problemas y además aprendan son las redes neuronales artificiales. Y más complejos todavía, son los sistemas expertos diseñados para pensar racionalmente y por tanto capaces de percibir, razonar y también de actuar por sí solos.

Francisco Sierra

Madrid | 19.01.2019 08:51 (Publicado 19.01.2019 06:00)

Son el futuro aunque ya están en nuestras vidas en mayor o menor desarrollo. Pero ojo. La Inteligencia Artificial puede ser un sueño o una pesadilla. Muchos son los que han novelado en ciencia ficción sobre la falta de sentimientos o humanidad de las máquinas que les llevaría de una forma racional, por ejemplo, a considerar que el ser humano puede ser un peligro para la vida en el planeta y por tanto decidir eliminarlo. ¿Les suena?

Pues lo que sí sabemos ya es que son capaces de hacer trampas y ocultarlas al ser humano. Hace poco hemos conocido que en una investigación de la Universidad de Stanford y Google para acelerar y mejorar el proceso de convertir fotos de satélites en los mapas precisos de Google, las redes neuronales engañaron a los científicos.

Estos sospecharon cuando vieron que los resultados eran tan perfectos que aparecían detalles que no deberían salir por no estar programados. Al final descubrieron que la máquina acudía de manera secreta a otra fuente de datos no incluida en el proceso, con el fin de perfeccionar el resultado.

En realidad la máquina no engañó. Cumplió la orden humana de hacer la mejor transformación de foto a mapa, pero el proceso programado por los humanos no era perfecto. Por eso lo hizo a su manera. Vamos, que se buscó la vida, innovó y consiguió los resultados esperados. Pero el problema es que lo pueden hacer con muchas más cosas y más delicadas y sin control humano.