Con Francisco Sierra

Minuto tecnológico: El voto de papel, la mejor solución contra hackeos

Hemos pasado semanas de intensa actividad electoral y sin descanso, ya se habla otra vez de la posibilidad de tener que volver a pasar por las urnas después del verano. Y si hay que hacerlo lo haremos otra vez con nuestras papeletas de papel. Porque es lo más seguro. Eso es lo que aseguran expertos de la Universidad californiana de Stanford que han analizado qué ha hecho Estados Unidos para defenderse de intromisiones de terceros como la que sufrió de Rusia en las ultimas presidenciales. Y la conclusión a la que han llegado es que no se ha hecho casi nada para evitar que troles y hackers extranjeros vuelvan a interferir en las próximas presidenciales el año que viene.

Francisco Sierra

Madrid | 22.06.2019 08:26 (Publicado 22.06.2019 06:00)

Ataques que pueden ser desinformativos como los realizados desde las granjas rusas que publicaron y viralizaron numerosas noticias falsificadas para favorecer a Trump. Para estos expertos, no se ha avanzado casi nada para evitar estas campañas. Ni tampoco a la hora de impedir que entidades extranjeras compren anuncios on line dirigidos a los votantes.

Pero quizá la más llamativa de las conclusiones de este estudio es que recomienda que todos los sistemas de votación tengan registros alternativos en papel, para que se pueda en todo momento verificar y comprobar si las máquinas electrónicas de voto han podido ser hackeadas. Se comprueba con el viejo y tradicional papel. Y están asustados porque temen que los problemas que hubo en las máquinas de voto de Carolina de Norte en las últimas presidenciales fueran causados por hackeos de una potencia extranjera.

Por eso son muy tajantes a la hora de pedir a la administración que imponga consecuencias directas e incluso represalias cibernéticas a quién interfiera en los procesos electorales y en la misma votación. La paradoja es que se pide a la administración de Trump, el hombre que presuntamente fue el favorecido por esos hackeos. La pescadilla que se muerde la cola y que por si acaso habrá que envolverla en papel.