Pero volviendo al tiempo terrestre tenemos la percepción de que las cosas buenas se pasan volando y las malas o aburridas son eternas. Y también esto tiene ya su explicación científica. Un equipo de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega acaba de publicar en Nature, un estudio en el que dice que ha identificado una región en el cerebro que crea percepciones subjetivas del tiempo en función de las experiencias y de los recuerdos que tiene cada uno. Es un tiempo subjetivo que altera la percepción del reloj neuronal biológico que todos tenemos en nuestro cerebro y produce esas sensaciones de más extensión o brevedad.
El miércoles 12 de septiembre Apple presenta nuevo reloj inteligente, pero no creo que todavía mida este tiempo subjetivo. El día que la tecnología lo consiga, sí será un radical cambio de huso horario.