Como es tradicional, en el ultimo fin de semana de octubre, los rebaños de ovejas pasan por el centro de Madrid para recordar que desde la Edad Media hasta hace poco éramos una sociedad agrícola y ganadera. Esto de las ovejas tiene mucha similitud con lo que ocurre en la economía. Existe eso que se denomina el “efecto rebaño”, sobre todo en los mercados. Alguien influyente decide invertir en un valor, o establece una opinión, y como un rebaño los demás siguen disciplinadamente al personaje influyente. Ocurrió en los años de bonanza donde ningún analista “baló” anunciando la crisis y apenas dos o tres “ovejas negras” se salieron del redil. Ahora, quizá ocurre lo contrario, nos dejamos llevar por el pesimismo, los malos datos y no se ve ningún pasto verde cerca. Claro la fiesta de la trashumancia siempre termina con una demostración de esquileo. Lo que recuerda el recorte público. Pero a riesgo de ser calificados de ovejas negras, algunos destacan datos esperanzadores aunque todavía no modifiquen el rumbo del rebaño. Por ejemplo: por primera vez en seis meses han aumentado los depósitos de los clientes en los bancos. Ya no hablamos solo de la “lana” que se marcha al extranjero. En cuanto a la EPA, el paro alcanza el 25%, sigue aumentando, pero prácticamente ha dejado de hacerlo en el sector privado, donde el desempleo subió, en cifras netas, apenas en 500 personas. Eso sí, el esquileo del gasto provoca que el empleo baje con fuerza en el sector público. Además, multinacionales del automóvil anuncian nuevas inversiones en España ante el incremento de la productividad industrial, donde aumenta el trabajo. Y por último, durante años ha habido un consenso en criticar al sistema financiero español, sin distinguir a las ovejas por la lana que costaron al contribuyente, sin diferenciar Cajas de Bancos, ni las eficientes de las negligentes Hoy dia, curiosamente, tanto el Fondo Monetario Internacional, como la Comisión Europea, como el Banco Central, destacan que hay avances sustanciales en su reestructuración y que se va por el buen camino, ¿tanta unanimidad es otro “efecto rebaño”? pregunto. ¿O es que realmente hay señales de cambio?
Minuto económico: Rebaños
Como es tradicional, en el ultimo fin de semana de octubre, los rebaños de ovejas pasan por el centro de Madrid para recordar que desde la Edad Media hasta hace poco éramos una sociedad agrícola y ganadera. Esto de las ovejas tiene mucha similitud con lo que ocurre en la economía. Existe eso que se denomina el “efecto rebaño”, sobre todo en los mercados. Alguien influyente decide invertir en un valor, o establece una opinión, y como un rebaño los demás siguen disciplinadamente al personaje influyente. Ocurrió en los años de bonanza donde ningún analista “baló” anunciando la crisis y apenas dos o tres “ovejas negras” se salieron del redil. Ahora, quizá ocurre lo contrario, nos dejamos llevar por el pesimismo, los malos datos y no se ve ningún pasto verde cerca. Claro la fiesta de la trashumancia siempre termina con una demostración de esquileo. Lo que recuerda el recorte público. Pero a riesgo de ser calificados de ovejas negras, algunos destacan datos esperanzadores aunque todavía no modifiquen el rumbo del rebaño. Por ejemplo: por primera vez en seis meses han aumentado los depósitos de los clientes en los bancos. Ya no hablamos solo de la “lana” que se marcha al extranjero. En cuanto a la EPA, el paro alcanza el 25%, sigue aumentando, pero prácticamente ha dejado de hacerlo en el sector privado, donde el desempleo subió, en cifras netas, apenas en 500 personas. Eso sí, el esquileo del gasto provoca que el empleo baje con fuerza en el sector público. Además, multinacionales del automóvil anuncian nuevas inversiones en España ante el incremento de la productividad industrial, donde aumenta el trabajo. Y por último, durante años ha habido un consenso en criticar al sistema financiero español, sin distinguir a las ovejas por la lana que costaron al contribuyente, sin diferenciar Cajas de Bancos, ni las eficientes de las negligentes Hoy dia, curiosamente, tanto el Fondo Monetario Internacional, como la Comisión Europea, como el Banco Central, destacan que hay avances sustanciales en su reestructuración y que se va por el buen camino, ¿tanta unanimidad es otro “efecto rebaño”? pregunto. ¿O es que realmente hay señales de cambio?