Minuto económico: Año de reformas

Minuto económico: Año de reformas

Con el año nuevo, en algunos lugares la tradición es tirar muebles viejos por la ventana. Renovarse o morir, dicen los clásicos. En esto está embarcado el Gobierno: dejar espacio a lo nuevo para que entre aire fresco que oxigene la economía. Claro que no basta con achicar agua recortando el gasto en casi 9 mil millones de euros y en subir el Impuesto de la renta. Hay que cambiar hasta los cimientos. La recuperación económica y, por tanto, la creación de empleo son las claves de la cuadratura de las cuentas públicas. Sin crecimiento no hay empleo ni ingresos en Hacienda. Primero se pone el freno y en una décima de segundo se debe acelerar y sin perder el control. Hay que ser tan fino como Schumacher. Las reformas y los incentivos a la actividad son las que dan gas. La primera etapa llega esta misma semana con la Reforma Laboral. Antes del viernes 13, buena fecha, los agentes sociales deben haber culminado la negociación. Los sindicatos están dispuestos a aceptar crecimientos salariales por debajo del IPC para controlar la inflación y así aumentar la competitividad de la economía. La contraparte es que los empresarios deben reducir márgenes y reinvertir un mayor porcentaje de sus beneficios para incrementar su capacidad de competir. Pero también es necesario contar con más imaginación. El verdadero motor del incremento de la productividad es la innovación. Y aquí pinchamos sin remedio. España ocupa el puesto 39 del ranking mundial de innovación, muy lejos de los países de cabeza, liderados por Suiza y Suecia. Son datos referidos al pasado año del World Economic Forum sobre 142 paises. Incluso Irlanda o Portugal presentan en este apartado mejores notas que nosotros. Y es que todavía queda mucho camino por recorrer.
Con el año nuevo, en algunos lugares la tradición es tirar muebles viejos por la ventana. Renovarse o morir, dicen los clásicos. En esto está embarcado el Gobierno: dejar espacio a lo nuevo para que entre aire fresco que oxigene la economía. Claro que no basta con achicar agua recortando el gasto en casi 9 mil millones de euros y en subir el Impuesto de la renta. Hay que cambiar hasta los cimientos. La recuperación económica y, por tanto, la creación de empleo son las claves de la cuadratura de las cuentas públicas. Sin crecimiento no hay empleo ni ingresos en Hacienda. Primero se pone el freno y en una décima de segundo se debe acelerar y sin perder el control. Hay que ser tan fino como Schumacher. Las reformas y los incentivos a la actividad son las que dan gas. La primera etapa llega esta misma semana con la Reforma Laboral. Antes del viernes 13, buena fecha, los agentes sociales deben haber culminado la negociación. Los sindicatos están dispuestos a aceptar crecimientos salariales por debajo del IPC para controlar la inflación y así aumentar la competitividad de la economía. La contraparte es que los empresarios deben reducir márgenes y reinvertir un mayor porcentaje de sus beneficios para incrementar su capacidad de competir. Pero también es necesario contar con más imaginación. El verdadero motor del incremento de la productividad es la innovación. Y aquí pinchamos sin remedio. España ocupa el puesto 39 del ranking mundial de innovación, muy lejos de los países de cabeza, liderados por Suiza y Suecia. Son datos referidos al pasado año del World Economic Forum sobre 142 paises. Incluso Irlanda o Portugal presentan en este apartado mejores notas que nosotros. Y es que todavía queda mucho camino por recorrer.