Una de las claves de la economía es su capacidad de innovación. De ella depende el futuro. El desarrollo tecnológico es fundamental para asegurar el avance económico, con un aumento de la productividad y la competitividad. Con tanto blindado ruso suelto por Crimea han pasado inadvertidos los datos de solicitud de patentes, una de las maneras de medir la innovación. La Oficina de Patentes Europeas batió su récord de solicitudes el pasado año. En Europa se realizaron 265 mil registros de patentes, casi un 3% más. El sector de las telecomunicaciones es el que más innovaciones registra. Y también hay que apuntar que muchas de los inventos y de las nuevas aplicaciones inventariadas en Europa llegan de compañías coreanas y chinas que quieren proteger sus innovaciones en el Viejo Continente. La inversión en I+D+I es el motor más eficaz del crecimiento, no basta con la reducción de los costes laborales, esa carrera tiene límites. En el ránking de la innovación hispana Telefónica es el líder con 114 nuevas patentes. Detrás aparecen multinacionales como la aeronáutica EADS o el fabricante de trenes galo Alsthom. En esta lista de las más innovadoras también destaca la investigación en materia sanitaria, medicamentes y biología, como los laboratorios Esteve, Biotec, Certest, Almirall o la Fundación del Hospital Vall D´Hebrón. Con todo, España registró en el pasado año casi 2.500 solicitudes de patentes, lo que supone menos del uno por ciento del total de la Unión Europea. Y también supone que una sola compañía, Samsung, registra más patentes, 2.800, que todas las empresas españolas juntas. El que inventen ellos de Unamuno, no tiene futuro en este mundo.