Seguro que muchos no conocen a Jordi Jacas, un nuevo piloto de Air Europa que como tantos vocacionales ha terminado cumpliendo su sueño: volar. Esta semana lo hizo en presencia de sus padres que, en línea preferente, escuchaban emocionados a su hijo dándoles las gracias sinceras delante de todo el pasaje: "Gracias por darme alas". Lágrimas y aplausos para un sentimiento maravilloso que todos hemos sentido alguna vez.
Pero esta preciosa historia me ha llevado a pensar en los padres de Simona, esa ciudadana que delante de las redes sufrió una agresión que todos vimos. En cómo verán las justificaciones y contradicciones de su hija y en ese sufrimiento que tendrán hacia esta situación y su contexto.
Unicef y la Universidad de Sevilla publican un estudio sobre el machismo en los jóvenes y niños. Y una de las conclusiones es que hay menos preocupación que hace años. Espero pues que la de los padres aumente. Porque cada día nos golpean en la cara gestos, frases o comportamientos que nos recuerdan que hay trabajo constante por hacer.
También para ministras cabezonas a las que la realidad parece que les resbala. La igualdad y el respeto se gestan y luego, se riegan permanentemente. Todos los días.