Con Juan Carlos Vélez

En recuerdo al "Capitán Veneno": Juan Carlos Aragón

Si en la chirigota edificó Juan Carlos Aragón su Iglesia, en la comparsa escribió el poeta un credo a su religión

Juan Carlos Vélez

| 21.05.2019 06:00

Para aproximarse siquiera a saber quién era Juan Carlos Aragón Becerra (1967-2019), quién es el poeta y qué legado deja en Cádiz, conviene ir hasta allí, a la ciudad donde “todas las calles son el templo de una religión”.

Si caminito del Falla /

El corazón te palpita /

De esa manera canalla,

Que rompe y estalla

Igual que un cañón

Con este pasodoble mítico de ‘La Banda del Capitán Veneno’, esa comparsa de 2008 -tercer premio del concurso- que lleva por título al mismísimo ‘Alter Ego’ de Juan Carlos. Porque el capitán es el anverso irreverente, provocador y canalla de un profesor interino de Filosofía en Secundaria.

Llegó con la chirigota a las tablas del Falla y “se sacó el nabo” nada más llegar con ese ‘Peasso Coro’ en el 94.

Yo ni tengo coche, ni tengo experiencia

Ni tengo cultura, ni tengo presencia

Pero tengo un nabo como la Torre de Preferencia

Desde el minuto uno, las alabanzas a su miembro (nadie se ha cantado a su entrepierna como lo hizo él), la falta de vergüenza y quizá un exceso de amor propio que marcaron su genial trayectoria.

Sobre los pilares del ‘3x4’ chirigotero y guasón construyó la Iglesia de sus versos, algunos ya universales, como aquellos de los ‘Yesterday’, popularizados por artistas de la talla de Alejandro Sanz por todo el mundo.

Pero es más tarde, en la comparsa, donde Aragón se gana por derecho el reconocimiento de poeta y la condición de inmortal. En la memoria quedan agrupaciones redondas como ‘Los inmortales’, ‘Los Ángeles caídos’ (su primer premio primero), o ‘Los condenaos’, en las que el poeta afila su pluma y la convierte en espada de Damocles que se vuelve contra poderosos, políticos, canallas o ladrones. A veces, todo junto.

El autor purista, que no le teme a innovar, a hacer del teatro un vehículo entre mundos, entre tiempos, entre carnavales, nos llevó al de Venecia con ‘la Serenissima’, o al de Montevideo con ‘Araka la Kana’ (su segundo primer premio)

Y como no le valían los corsés, iba más cómodo en Guayabera, los desencuentros con el jurado que le llevan a mandar el concurso al mismísimo carajo. Pero acabó por volver, completada la redención en lo mejor de si mismo en su postrera etapa.

Creo en ti,

Oh! Todopoderoso carnaval gaditano

Si en la chirigota -decía- había edificado Juan Carlos su Iglesia, es en la comparsa donde el poeta escribe el credo de su religión. Con estos ‘Peregrinos’ en 2017, ‘Los mafiosos’, ‘Los millonarios’ y ‘La Gaditanísima’ este año, Aragón firmó el exquisito epílogo prematuro de su carrera, al que sumó la vuelta a los orígenes chirigoteros con ‘El Chele Vara’, en su último concurso sobre las tablas del Gran Teatro Falla. La vida que es un ciclo.

Cádiz está de luto por la muerte del poeta, pero el poeta vive en Cádiz mientras la calle siga cantando sus letras. Porque en Cádiz la muerte amaga y la vida resiste. Porque ‘Cádiz, resiste’. “Como si la vida fuera Carnaval”.