COCINILLAS EN MÁS DE UNO

El verdadero secreto para hacer las mejores torrijas

En Más de uno hablamos con Robin Food y Leo Harlem sobre el postre por excelencia de la Semana Santa, las torrijas, y charlamos con la Güela Pepi, una abuela youtuber que nos desvela cuál es la receta ideal para hacer las mejores torrijas.

ondacero.es

Madrid | 23.03.2021 13:00

En el siglo XII se le empezaron a atribuir al azúcar y a la leche propiedades curativas. Por ejemplo, a las mujeres embarazadas se les daba leche porque se consideraba que eso favorecía que tras el parto el niño tuviera mucho alimento. Esa relación entre la leche, el azúcar y los nacimientos provocó que entre las parturientas se popularizara el regalo llamado “rebanadas de parida”, unos dulces de origen sefardí hechos a base de pan bañado en leche, azúcar, huevo y canela. Hoy en Más de uno hablamos con Robin Food y Leo Harlem sobre el postre por excelencia de la Semana Santa, las torrijas.

¿Por qué las torrijas celestiales del Puerto de Santa María están tan buenas?

Para reivindicar este dulce, conectamos con Jaime Álvarez, compañero de Más de uno en Cádiz, donde se ha organizado una venta de dulces de Pascua –especialmentem torrijas– en el mercado de abastos del Puerto de Santa María. Jaime nos explica que es paraayudar al convento de las Concepcionistas del Puerto de Santa María en su labor diaria y social. Para explicarnos el secreto de la receta de las torrijas, hablamos con la Hermana Mayor de la Hermandad de la Soledad, Lucía Álvarez-Campana, encargada de regentar el puesto del Convento de las Concepcionistas.

Lucía nos explica que el secreto siempre está en la receta y que, aunque hay muchas formas de hacer las torrijas, ellas las hacen de una manera muy especial y con muchísimo cariño. Comenta que uno de los motivos que hace que estas torrijas sean diferentes es que las monjas de clausura hacen una una salmuera con vino dulce y oloroso, rebajada con agua y la dejan secar y en ella mojan el pan. Además, después en un cacharro reducen miel con agua, las fríen y después pasan las torrijas por la miel, aunque asegura que también las hacen de azúcar y canela

Por otra parte, nos cuenta que la idea del mercado parte de la concejalía de comercio, que "nos propuso poner un puesto en el mercado de abastos para dar a conocer los dulces de las monjas en Navidades". "Fue un éxito rotundo y lo volvieron a proponer ahora de cara a las torrijas y aceptamos", afirma. Además, explica que esto ayuda al comercio de la plaza porque incentiva a la gente a bajar al centro para conocer lo que está pasando y ver los productos.

Relata que ahora mismo debe haber unas 500 torrijas en cada puesto, aunque cada cierto tiempo van trayendo más, conforme las monjas las van haciendo en el convento. "Esto es como el Roscón de Reyes, que no se come solo el día 6 de enero, sino también antes y después. Llevamos todo el mes haciendo y vendiendo torrijas", concluye.

La receta de la Güela Pepi, la abuela youtuber

También hablamos Pepi, una abuela youtuber asturiana que cuenta con casi 100.000 suscriptores en YouTube, donde sube algunas de las recetas más tradicionales de su cocina. Nos cuenta que abrió su perfil hace casi año, con el inicio de la pandemia y como una broma con su hija y al final se ha convertido en una afición.

Pepi confiesa cuál es la receta que ella usa a la hora de hacer las torrijas tradicionales. Explica que el secreto es una buen barra de panadería, a la que hay que quitarle la corteza cuando está un poco dura y cortarla en rodajas de dos centímetros. Después hay que coger una olla con leche entera, un chorro de leche condensada y otro de nata líquida, azúcar y canela. Todo eso se pone a hervir y cuando coja el sabor de la leche condensada y la canela, se vierte encima de los trozos de pan y se deja a remojo durante medio día, al menos. Después de eso, se pasa por huevo batido y se fríe en una sartén con aceite de oliva fino. Tras eso, se escurre y se le echa canela y azúcar glas.

Además, Pepi añade que los que le echan vino a las torrijas son "unos 'borrachinos'" y les invita un día a comer una buena fabada y un arroz con leche.