CON EDU GALÁN

Los entresijos de la vida del pastor: ¿en qué consiste el pastoreo?

En Más de uno hablamos con Edu Galán sobre el trabajo de los pastores como salida profesional y, para ello, hablamos con Alexia Lozano, profesora de las clases de pastoreo en la ONG 'Campo adentro' y nieta de vaqueros, y con Jesús Garzón, pastor trashumante desde 1992.

ondacero.es

Madrid | 14.06.2021 13:53

Ante la propuesta de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de ofrecer el pastoreo de alta montaña como una salida profesional para combatir el paro y la despoblación, Edu Galán vuelve a Más de uno para contarnos todos los entresijos de la vida de los pastores, cómo se preparan para ejercer este trabajo y cómo viven.

Clases de pastoreo

Para ello, hablamos en primer lugar con Alexia Lozano, nieta de ganaderos y profesora de la escuela de pastores de 'Campo adentro', una ONG sin ánimo de lucro donde se imparten clases de esta práctica. Alexia, que fue alumna de este curso durante el confinamiento, cuenta que consta de clases teóricas y clases prácticas para conocer temas como la fisiología animal, la elaboración de productos lácteos o sobre el cuidado de los animales.

Cuenta Alexia que su interés por el mundo pastoril le viene de familia, pues sus abuelos eran ganaderos de alta montaña, y en cierto momento quiso unir su infancia y su profesión –es pedagoga–. Explica que, como profesora, lo más difícil para los alumnos es integrar la información teórica recibida con la práctica y asegura que muchos de ellos se sorprenden al conocer la "sabiduría de campo" y los conceptos que en los pueblos se adquieren de forma natural. Dice, además, que también hay que aprender a cambiar los ritmos de la ciudad al pueblo, como hizo ella, porque las necesidades son otras. "Este silencio del campo aporta un bienestar que en las grandes ciudades no se puede tener", alega.

¿Por qué optan por la formación de pastor?

Asegura Alexia que ahora mismo el curso tiene unas 40 personas apuntadas, y que, en general, sus alumnos tienen una visión que quiere ayudar al mundo rural y medioambiental. "Las personas que accedemos a este curso queremos cambiar nuestro modo de vida. Hay gente que quiere trabajar como pastor asalariado y otros que tienen su propio rebaño", comenta, e insiste que el de pastor es un trabajo precioso que implica mucho esfuerzo. "Es muy importante transmitir el modo de vida del ganadero y del pastor", recuerda.

Por su parte, Rosario, una de sus alumnas del curso de pastoreo, argumenta por qué decidió apuntarse al curso, admitiendo que en parte fue gracias a su infancia, pues su padre era vaquero en Vallecas y ella se crió entre animales. Asimismo, añade que trabajando en el centro de investigación de un hospital de Madrid se interesó mucho por las ovejas, pues el primer ventrículo que se puso fue de este animal y decidió seguir investigando sobre ello.

¿En qué consiste la trashumancia?

La trashumancia es el traslado periódico del ganado en busca de pastos de temporada para los animales. En España, hay más de 1.000 familias dedicadas al negocio del ganado trashumante y más de 125.000 kilómetros de vías pecurias, aunque durante los últimos años están surgiendo problemas para proceder al recambio generacional.

Para conocer más sobre ello, hablamos también con Jesús Garzón, pastor trashumante, que nos cuenta para qué sirve la trashumancia y su experiencia en el sector desde hace casi 30 años. Jesús, o Suso, como le llaman sus amigos, es presidente de la Asociación Trashumancia y Naturaleza y pastor desde 1992 y, además, fue director general de Medioambiente en la Junta de Extremadura, algo que le permitió conocer los entresijos de la Administración.

Nos cuenta que la trashumancia se lleva haciendo desde hace más de 20 millones de años en la Península Ibérica, cuando los herbívoros salvajes se iban trasladando de una zona a otra en busca de alimento, y asegura que esta práctica es vital para mantener los ecosistemas de España vivos, porque muchos de ellos desaparecerían si no existieran los pastores trashumantes.

Además, insiste en la importancia de las vías pecuarias que, aunque milagrosamente están en buen estado, han experimentado un abandono de más de un siglo que ha destruido muchos de los tramos que las conforman.