Sin que lo diga un artículo de apertura en Science hemos comprobado que hay gallegos que sí toman decisiones. Prueba empírica es Rafa Louzán como presidente de la Real Federación Española de Fútbol que ayer se pasó a cuchillo a toda la cúpula arbitral. No se recuerda una escabechina así desde la boda roja en Juego de Tronos.
La situación interna con un responsable arbitral de poca iniciativa, las patosas actuaciones de alguna trencilla ante los medios y sobre todo la actitud belicista del Real Madrid para derrocar el sistema y establecer una nueva estructura, han sido factores clave para tener esta situación novedosa e inédita en el estamento.
Fuera los dirigentes, fuera el comité técnico, fuera toda reminiscencia que suene a régimen caduco. Solo se contará en labores de asesoría con árbitros experimentados, pero no quemados ni expuestos, y que tengan poca o ninguna mácula. O dicho de otra forma, si en el histórico de videos de Real Madrid TV hay un par de 'highlights' con tu nombre… date por jo…robado.
¿Y qué pasa, que lo del tsunami Negreira no ha tenido nada ver? Pues seguro que sí, que también de soslayo se ha querido dinamitar lo poco que quedaba de aquella sociedad feudal bajo el palio del malogrado Sánchez Arminio, no obstante, recuerdo e insisto en que ya quedaba poco andamiaje, que aunque parezca una fechoría cercana en el tiempo, han pasado ya muchas cosas y su incidencia real en el presente de nuestro fútbol era nula.
La próxima semana conoceremos como se levanta el nuevo organigrama: un CEO de traje 'slimfit' rodeado de expertos de silbato con tablets que rebosan 'bigdata'. ¿Todo para que la temporada que viene no haya errores y el colectivo arbitral no firme ni media polémica? Ni de coña. Tendremos el mismo ruido o más. Pero al menos podremos "collejear" a los nuevos…