Mirando al Clásico ya con su horario anti-suegras y anti-cuñados. La rivalidad es puntiaguda y eterna entre Madrid y Barça pero me he tomado la licencia de confeccionar un decálogo mundano se vista una camiseta u otra. Procedo con tu permiso:
Uno. En la previa. Nada de mojarse, se habla de la semana europea, las bajas, las pizarras y de lo atípico de la hora. Todo muy frugal.
Dos. Si eres culé, señala al Madrid como favorito por ser el campeón y por ejercer de local.
Tres. Si eres madridista, el dedo para ellos por el plantillón que han hecho con las "palancas". Y que han de resarcirse del sofocón de la Champions.
Cuatro. Elige bien la compañía. Ni muy cómoda para no aburrirte, ni ubicando a tú némesis al otro lado del salón por si vuelan las croquetas o las pastas.
Cinco. Asunto móvil. Nada de cobertura. Modo avión. Si luego te chistan, arguyes que si la aspiradora o las tareas del hogar que te impidieron cargarlo.
Seis. Piscolabis. Se recomienda algo de sofisticación. Postre elaborado que te facilite acudir a la cocina a sacudirte los nervios y ahogar posibles gritos.
Siete. El durante. Mejor hablar con desdén y tópicos: "esto es muy largo. Pueden pasar muchas cosas. No es como empieza si no como termina…".
Ocho. El tema árbitro depende del resultado. Si vas abajo, habla de su pasado, sus estadísticas y su sueldo, eso cala.
Nueve. El post ha de ser elegante. Si ganan los tuyos recurre al "uno más, los puntos valen igual que ante el Logroñés". Si sales perdedor, recuerda: Europa es lo que prima.
Diez, último. Mira, borra lo anterior. Que lo que mola ser tú mismo y que la radio te acompañe. Para días como el del domingo fuimos concebidos…